Poem on the Terrace for Aotearoa Spanish Language Week
¡Buenos días! For Aotearoa Spanish Language Week (15–21 August 2022) we would like to share a project we created in 2017 to introduce poetry by New Zealand poets to a Spanish audience. (You can find out more about Aotearoa Spanish Language Week here.)
'Poem on the Terrace – poetas neozelandeses' is presented by two New Zealand artists who live in Spain, Anna Borrie and Charles Olsen.
In each of the first eight videos below, we read a poem by a New Zealand poet, in both Spanish and English, on Anna's terrace in the centre of Madrid. In the last video filmed near Almenara, Valencia, I read my poem 'Mar adentro'. The text is included on-screen so you can follow the poem in each language, and for this presentation we have also included the poem in Spanish before each video. We then have a short conversation in Spanish sparked by our reactions to each poem. There are English subtitles available by clicking on CC.
The poems are by Paula Green, Jack Ross, Emma Neale, Harry Ricketts, Penelope Todd, C.K. Stead, Carolyn McCurdie, Pat White and Charles Olsen. The translations of the poems into Spanish are by Charles Olsen and Miguel Ángel Arcas. Thank you to all of the poets for allowing us to share their poems.
Anna Borrie creates zero waste artworks and recent pieces include community projects in Cordoba, Spain and in Sortland, Norway. One of her pieces made during the confinement in Spain in 2020 is Plastic poetry / Poesía de plástico. And you can follow her work on Instagram @anna.borrie.
Charles Olsen has just presented his third collection of poetry in a bilingual Spanish–English edition La rebeldía del sol (Rebellious Sun, published by Olifante Ediciones de Poesía) in the book fair Expoesía in Soria, Spain. He is also running the Given Words competition for National Poetry Day which this year has words chosen by girls from the Our Little Roses orphanage in Honduras – It is open to all New Zealand citizens and residents. Read more about Charles on Read NZ Te Pou Muramura.
Bethells Beach by Paula Green
LA PLAYA BETHELLS
Einstein come bocadillos conmigo
en el mirador
Le gusta la combinación de
lechuga romana, las virutas de pecorino y
aderezo de anchoa, y la manera en que
el Mar Tasman alza la imaginación
como una anticuada lavadora
dispuesta a cualquier carga
Ice Road Trucker by Jack Ross
CAMIONERO SOBRE HIELO
El motor se detuvo
a medio bajada por la rampa de salida
justo cuando cambió el semáforo a verde
para con cuidado en el arcén
y enciende
la luces de emergencia
decía Bronwyn
fuimos a buscar ayuda
me dejó en la estación de servicio
cuando llegué al coche
había un policía
un autobús había golpeado un vehículo utilitario
calle abajo
Necesitaba esto como un tiro en la cabeza
decía
el de la grúa era un viejo fibroso
que levantó el coche
sin esfuerzo
mientras dábamos saltos
en la cabina de su camión
pensé
ya sé qué se siente
al conducir un gran camión
sobre los campos de hielo
mi álter ego
radio frequencia en mano
abierta la botella de Jim Beam
entre las piernas
el horizonte gris de peltre
An Inward Sun by Emma Neale
UN SOL HACIA DENTRO
Un círculo pequeño tenue
brilla en la mesa de la cocina
corre por la pared
cae hacia el suelo
donde vibra
con temor y cálida vida.
El gato intenta golpearlo y agarrarlo:
lo huele, quizás piensa
en el peludo, corazón dorado,
de un ratón de campo; yema freído en mantequilla;
Gouda redondo; resto de una tortita de domingo.
El bebé quiere hacer el truco,
piensa que el gato—como gato—no puede:
intenta pellizcar el sol derramado
entre los dedos;
lame al aparente chorrito de miel
que flota por el dorso de su mano,
y así aumenta la creencia
de que si pudiera tocar el sol con la lengua
le sabría a helado que se derrite,
arenosa, leche de cierva, sal de la piel
y toque de bigote, de sombras,
un oligoelemento de gato.
Wellington, late summer 2014 by Harry Ricketts
WELLINGTON, A FINALES DEL VERANO 2014
En la grada del Basin aplaude el público;
las cigarras hacen clic-clic con sus castañuelas.
Escucha al lento bramido del dinero, que retrocede.
En la grada del Basin aplaude el público.
«Wellington es una ciudad que muere»,
dice el hombre con fríos ojos de pargo.
En la grada del Basin aplaude el público;
las cigarras clic-clic, con sus castañuelas.
Regarding Hearts by Penelope Todd
CUESTIÓN DE CORAZONES
Parecieron apreciarme en la sala coronaria.
Fui silenciosa. Notaba cosas.
Podría deletrear adrenalina.
Las noches fueron lo mejor: las líneas
verdes que garabatean letras
de esperanza o peligro
y yo las leía en la quietud
que zumbaba, adrenalina,
atropina a mano.
Una noche a las 3 de la madrugada, cansada,
conectó mi pecho y dormía
en la cama dos. La otra enfermera me despertó
cuando mi corazón decía 38.
Estuve perfectamente en forma para el trabajo.
Les gustó y notaron
no necesitaban medicación
cuando trabajaba.
Al día de hoy mis versos a ti
son iluminados verdes, escritos en adrenalina,
versos de peligro y esperanza;
Me despertaste y veo
es verdad: entonces
tenía un corazón muy quieto.
You by C.K. Stead
TU
La boda de nuestros amigos:
Mentí, lo llamé funeral
para lograr el permiso del ejército
para estar contigo.
Fue una sorpresa, un regalo
y tu sonrojo de placer
me alegró como un elogio.
Aquí estamos en el escalón
de arriba de ‘la pareja feliz’
– que un día se divorciará –
mirando al futuro
que es ahora.
Diez amigos juntos
en esa fotografía.
Cincuenta años después
ya han muerto cuarto.
¿Quién será el próximo?
¿Quién el último
en apagar la luz?
Es el momento de decir otra vez
cuanto amaba la chica
que se sonrojó su bienvenida.
Perdona mis ofensas.
Quédate cerca. Toma mi mano.
Planting Cabbages by Carolyn McCurdie
SEMBRANDO REPOLLOS
Para prepararte, quizás leerás unos libros, o meterás la cabeza
por encima de la valla de al lado y observa. Preguntar.
En la tienda elije las plantas del semillero que parecen felices de verte.
Sin timideces ni enfurruñadas. Las mejores plantas para llevar a casa son las
que bailan.
Muéstrales sus camas cálidas donde has trabajado para preparar
la fina tierra, oscura como posos de café, y cava
en ella en la profundidad de una mano ahuecada.
Imagina como serían de altas, anchas, como reinas
con grandes collares de espirales por la cabeza y permite espacio
para toda esa majestuosidad. Practicar generosidad entre tus vecinos.
Promesas son. Promételes la lluvia. Y, porque
ellas confían en ti, deja caer un hilo de agua para convertir su barro
en lodo sedoso, y déjalo continuar su fluir para acariciar
las raíces hacia su lugar. Ajuste.
Entonces ve cómo brincan y aletean en la brisa, sorprendidas
de ellas mismas, como niños por el escenario en el concierto de fin de año.
Y tú, con los calcetines un poco mojados, el barro en tus rodillas
y debajo de tus uñas, hueles a tierra mojada.
Quite Suddenly by Pat White
DE REPENTE
Ella dijo, quizás podrías escribir
también poemas de la gente,
y, pensé, así son
algunas conversaciones
—¿cómo un árbol puede vivir
mil años o más,
cómo los jejenes planean sobre el agua
durante sus pocas horas de vida? o
¿cómo la primavera viene como siempre
sin autorización, sin recursos, sin objetivos
a largo plazo, sin plan de negocio
ni cuota de admisión?—.
Escuché al tordo melodioso
cantando arriba en el abedul de plata,
igual que anoche.
Mar adentro by Charles Olsen
MAR ADENTRO
Incorpóreo en este mundo
azul esmeralda.
Buceo en los rayos de sol
que atraviesan las nubes de arena.
Abajo los peces se mecen
con el vaivén de las aguas.
Tus compañeros flotan inertes
en la pecera al lado de tu cama.
(Recuerdo tu foto detrás del cristal
con los peces dorados.)
Una medusa se avecina de la nada,
toda tentáculos marrones, agitándose.
Te zambulliste mar adentro.
A tu lado, la pecera vacía
¡Gracias! Thank you for watching!
Comentarios