Being children in ARCO 2020 – Siendo niños en ARCO 2020

Lilián and I visited ARCO 2020, Madrid's international art fair, as part of our residency in Matadero Madrid. We looked at the fair through the lens of childhood and play – in some ways the antithesis of an art market and in others perhaps closer to the intention of the artists themselves.

Lilián y yo visitamos ARCO 2020, la Feria Internacional de Arte de Madrid, como parte de nuestra residencia artística en Matadero. Observamos las obras a través del prisma de la infancia y el juego, en algunos aspectos la antítesis el mercado y en otros tal vez más cerca de la intención de los propios artistas.



In the midst of our deliberations we received a surprise video-call from Mia, our six year-old niece, and had fun showing her different works we had found, the first failing her interest criteria until we showed her Javier Calleja's large comic-type portraits. A large cute portrait of a bespectacled man in jacket and tie could reference cartoons, an avatar, cute phone filters. Is it a comforting vision of an adult world of work, making business palatable? Or a child-like vision of grown-ups? Mia turned him into a little girl with her hair cut short and playing dress-ups in thick glasses and tie. She loved it but then she also loved a sculpture of a detached woman's head which she and Lilián wove a story around, and some colourful abstract paintings.

En medio de nuestras reflexiones, recibimos una videollamada sorpresa de Mia, nuestra sobrina de seis años, y nos divertimos mostrándole algunos trabajos que habíamos encontrado. Los primeros no cumplieron con sus criterios de interés hasta que le enseñamos los grandes retratos tipo cómic de Javier Calleja. Un retrato grande de un hombre con gafas con chaqueta y corbata podría hacer referencia a dibujos animados, un avatar, llamativos filtros de teléfono. ¿Es una visión reconfortante de un mundo laboral adulto que hace que los negocios sean apetitosos? ¿O una visión infantil de adultos? Mia lo convirtió en una niña con el pelo corto y disfrazada con gafas gruesas y corbata. También le encantó una escultura de la cabeza tumbada de una mujer con la que ella y Lilián tejieron una historia, y algunas pinturas abstractas coloridas.





One of the few artists in ARCO to directly draw on childhood was Roger Ballen, whose photographs are filled with references to infancy, often including children in the works. These unsettling scenes are filled with loosely sketched faces on walls and furniture – the child in the artist let loose on the rooms. These are spaces for the imagination to loosen and run off with strange and mysterious narratives, like hearing a story told around a camp fire with your back to the shadows.

Uno de los pocos artistas en ARCO que trataba la infancia fue Roger Ballen, cuyas fotografías  a menudo incluye niños en sus obras. Estas escenas inquietantes están llenas de rostros en paredes y muebles: el niño del artista se soltó en las habitaciones. Estos son espacios para que la imaginación se relaje y viaje con narraciones extrañas y misteriosas, como escuchar una historia contada alrededor de una fogata, de espaldas a las sombras.



Lilián's inner child delighted in a humble dwelling beneath a canopy of palm trees that spilled onto the walls in sketchy blue brushstrokes saying 'This reminds me of the drawings I did as a child. I always drew a house like this by the sea surrounded by palm trees and lots of colour. It's my dream house in the land I'm from'. The work is by Adriana Ciudad who is currently working in Bogota, Colombia, and formed part of her 2018 exhibition Salgan ríos de mis ojos (Come rivers out of my eyes).

La niña interior de Lilián se deleitaba frente a una humilde vivienda bordeada de palmeras que se derraman por las paredes de la galería con fugitivas pinceladas azules. Decía 'Esto me recuerda los dibujos que hice cuando era pequeña. Siempre dibujé una casa como esta frente al mar, con palmeras y mucho color. Es la casa de mis sueños en la tierra donde nací'. El trabajo es de Adriana Ciudad, que actualmente trabaja en Bogotá, Colombia, y formó parte de su exposición de 2018, Salgan ríos de mis ojos.



We both loved an installation by Alvaro Urbano titled Hands as drawers – a space for the imagination, sparking memories of moving house, places left behind, unread letters arriving at an old address. Growing up in New Zealand my parents often moved house. Tapawera, Culverden, Dunedin, Wellington… Every three or four years we would pack up house and move for my father's work in the church. My mother once wrote the story of our move with drawings of my sister and me packing boxes as a way of preparing us for the big change.

The full ashtray: the circles of smoke that would have risen in the light from the streetlamp; the fretting person who had reason to leave. Stepping into the light you become like a lone figure in a painting by Edward Hopper. The rain on the window evokes memories of wet days playing indoors, car journeys staring at the droplets play on the window. On close inspection, like looking up close at a painting, I noticed the window knob is not shop-bought but handmade, and it wasn't until I read about the installation later that I found the potplant with its fallen leaves and the taped cardboard boxes are not real but are carefully made from painted metal. The physical nature of the installation, being part of the space, gives the spectator a playful immersive experience with clues – like a detective novel – in a space which at first glance is just an empty room, perhaps even a forgotten corner of the art fair where the gallery owner forgot to turn up and unpack the works.

A los dos nos cautivó una instalación de Alvaro Urbano titulada Hands as drawers (Las manos como cajones): un espacio para la imaginació que genera recuerdos de mudanzas, lugares abandonados, cartas no leídas que llegan a una dirección antigua. De niño creciendo en Nueva Zelanda, mis padres a menudo se mudaban de casa: Tapawera, Culverden, Dunedin, Wellington ... Cada tres o cuatro años lo hacíamos por el trabajo de mi padre en la iglesia. Mi madre una vez escribió la historia de nuestra mudanza, y nos dibujó a mi hermana y a mi  organizando las cajas como una forma de prepararnos para el gran cambio.

El cenicero lleno, los círculos de humo que habrían salido a la luz de la farola, la persona inquieta que tenía motivos para irse. Al estar en la luz te conviertes en una figura solitaria en una pintura de Edward Hopper. La lluvia en la ventana evoca recuerdos de días húmedos cuando de niño no puedes salir y juegas solo en casa, los viajes en automóvil mirando a las gotas correr por el cristal. En una inspección minuciosa noté que el pomo de la ventana no se compra en la tienda, sino que está hecho a mano, y no fue hasta que leí sobre la instalación cuando encontré que la maceta con su planta con hojas caídas y las cajas de cartón con cinta, no son reales, sino que están hechas cuidadosamente de metal pintado. La naturaleza física de la instalación, al ser parte del espacio, le brinda al espectador una experiencia lúdica inmersiva con pistas, como una novela negra, en un lugar que a primera vista es solo una sala vacía, tal vez incluso un rincón abandonado en la feria de arte donde la galerísta olvidó llegar para desempaquetar las obras.



Another 'empty space' was that occupied by the piece Borrowed splendour by Zhana Ivanova. In contrast with the abandoned space of Urbano this contains three people, three chairs and a table. Like in a children's game, from the sidelines two people sit at microphones reading out instructions to the participants. Here the cigarettes are being smoked, as gestures and looks both link and distance the figures. There are funny moments, awkwardness, knowing looks, an undermining of social norms. Do the participants follow the instructions or decide to make up their own game? In the context of an art fair where most galleries have a desk with the owners sit working at laptops or awaiting for visitors, this desk takes on a playful nature where it becomes the focus of attention between empty white walls.

Otro 'espacio vacío' fue el ocupado por la pieza Borrowed splendour (Esplendor prestado) de Zhana Ivanova. En contraste con el espacio abandonado de Urbano, este contiene tres personas, tres sillas y una mesa. Como en un juego de niños dos personas se sientan frente a micrófonos y leen instrucciones a los participantes. Aquí se fuman los cigarrillos, y los gestos y las miradas vinculan y distancian las figuras. Hay momentos divertidos, torpezas, miradas cómplices, un debilitamiento de las normas sociales. ¿Los participantes siguen las instrucciones o se deciden a inventar su propio juego? En el contexto de una feria de arte donde la mayoría de las galerías tienen un escritorio con los propietarios sentados trabajando en portátiles o esperando a los visitantes, esta mesa adquiere una naturaleza lúdica, siendo el foco de atención entre paredes blancas vacías.



And finally, we found some poetry in ARCO! In Estudios de rimas por formas de la mano (Studies in rhymes in the shapes of the hand) by Francisca Benítez, photographs of 37 signs from American Sign Language (ASL) have been annotated by students during a poetry workshop. Signs can visually rhyme with each gesture representing different words depending on, among other things, the position, movement of the hand, or its combination with different facial expressions. Through the images we share in the excitement of creating a new poetic world through ASL.

Lilián and I love creating poetry films and plan among other things to make new pieces during our residency. The above piece was accompanied by the video that follows, Son en Señas: tres poemas (Sign rhymes: three poems), which formed part of a collective performance by Francisca Benítez in collaboration with members of Cuba's National Association for the Deaf in Havana, 2015. The poems are by Nicolás Guillén:
Bomba atómica (Atomic bomb) interpreted by Michel Carballo
Balada de los dos abuelos (The ballad of two grandparents) interpreted by Leonel Prieto and Lisandro Massipe
Caminando (Walking) interpreted by Maité Chaveco

Y finalmente, ¡encontramos algo de poesía en ARCO! En 'Estudios de rimas por formas de la mano', de Francisca Benítez, los estudiantes hicieron anotaciones en las fotografías de 37 signos del lenguaje de señas, American Sign Language (ASL), durante un taller de creación poética. Al igual que la palabras, los signos riman visualmente: un mismo gesto puede representar diferentes palabras dependiendo, entre otras cosas, de la posición, el movimiento de la mano o su combinación con diferentes expresiones faciales. A través de las imágenes, compartimos la emoción de crear un nuevo mundo poético gracias a ASL.

Lilián y yo amamos crear videopoemas y planeamos, entre otras cosas, hacer nuevas obras durante nuestra residencia. La pieza anterior fue acompañada por el video que sigue a continuación, 'Son en Señas: tres poemas', que formó parte de una actuación colectiva de Francisca Benítez en colaboración con miembros de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba en La Habana, 2015. Los poemas son de Nicolás Guillén:

Bomba atómica interpretado por Michel Carballo
Balada de los dos abuelos interpretado por Leonel Prieto y Lisandro Massipe
Caminando interpretado por Maité Chaveco


If only we can continue to look at the world with the curiosity of childhood; to play with ideas and be open to new stories, and not just be content to spout, 'I don't understand art but I know what I like'.

Si tan solo pudiéramos mirar el mundo con la curiosidad de un niño, jugar con las ideas y estar abiertos a nuevas historias, pensaríamos dos veces antes de decir aquella frase tan manida: "No entiendo el arte, pero sé lo que me gusta".

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