Pensamientos con Georges Braque
Georges Braque foto: © Robert Doisneau |
Buscaba por internet a una fotografía en color de Georges Braque que había visto en Farnham College of Art en un libro donde Braque está sentado en su estudio. Recuerdo una delicadeza, una sensación de paz y felicidad interna, una luz suave que nace en las sombras del estudio. La foto enfocaba en su cara y sus manos - un hombre viejo, con sus tristezas y alegrías a la vista. Como en esta foto de Doisneau iba vestido en traje pero de pana, marrón. Recuerdo una gorra. Una imagen aun más íntima.
Las palabras dan forma a los deseos y mi sueño entonces fue llegar al mismo sitio, con mi estudio llena de colores y el aroma del óleo. Tener un espacio donde podría estar a solas con mis reflexiones, lienzos, papel, carbón, pinceles, acuarelas, tubos de azul cerúleo, blanco titanio, siena natural, rojo cadmio claro. Eso fue, y sigue siendo, mi sueño pero cuando vi ese fotografía no fue sólo tener un estudio, sino ser esa figura con su historia trazado en la mirada.
Fue en 1991 que vi aquella foto y apenas estuve empezando dedicarme a la pintura. Ahora, mas de 20 años después, he tenido varios estudios, pequeños y grandes, oscuros y llenos de sol, como un congelador en Inglaterra o un horno en Nueva Zelanda o España. También ha cambiado mi visión de la pintura; lo que puede comunicar. Estamos en otra edad donde la fotografía, palabra, el vídeo y sonido son cada vez, con los avances por internet, más inmediatos. Las paredes de mi estudio soñado desaparecen. A lo mejor vivo el arte de otra perspectiva - en lugar de expresar, soy recipiente; en lugar de jugar con materiales, juegan conmigo; en lugar de crear desde el silencio, la música del silencio entra en mi.
Y no obstante sigo soñando con ese estudio. No se si lo conseguiré pero se que el camino está trazando su historia en mi mirada y que un día miraré como el atreves del tiempo.
El Estudio (VI), 1951, G. Braque (Fuente) |
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